El arte de Hermés

 Hace unos días, se celebró en la Fundación Carlos de Amberes en Madrid, un encuentro con los artesanos de la lujosa firma gala HERMÉS.

 La primera sala estaba dedicada a la marroquinería, donde una agradable artesana nos explicaba entre sus punzones, hilos y demás materiales, cómo elaboraban los famosos bolsos. Nos contó que un bolso lo hace un único artesano en unas 20 horas y que, al mínimo fallo, se comienza otro bolso con nuevos materiales. Comentó que, el bolso de la firma más complicado por hacer, es el modelo Grace Kelly  y que, para entrar en el oficio, necesitan once meses de formación.

En la misma sección, le acompañaba el artesano encargado de crear las sillas de montar: producto por el que se dio a conocer la firma y que se tarda en fabricar a mano unos tres días.

 En la segunda sala estaba la pintura sobre seda, en la que una ilustradora nos explicaba la elección y configuración de un diseño de un pañuelo. Los diseñadores de cada modelo no tienen que ver nada con la casa, son artistas freelances de todo el mundo que crean su obra con historia propia. Después, oficiales de la firma matizan la colorimetría del diseño para su posterior estampación.

En la mesa de estampación, presidida por Kamel Hamdou y el artesano estampador Fabrice, nos explicaron y enseñaron como se imprimían esas preciosas ilustraciones a base de pigmentos naturales. El "lienzo" es de seda, de una variedad concreta de mariposas procedentes de Brasil que es criada en cautividad para obtener de ellas los tan lujosos hilos. De cada cocon (capullo de seda en francés) se obtiene 1,5km de seda, por lo que se necesitan 300 de ello para producir un sólo pañuelo (450kms), que es tejido al biés y con el remate hecho a mano.

Cada pañuelo (partiendo desde la creación del diseño) puede tardar en crearse unos 6 meses. Es realizado en cadena y cualquier pequeño fallo hace que partan de cero. 

La tercera sala estaba dedicada a las artes decorativas, donde estaba la artesana que mostraba como decorar copas con oro (tarda 3 horas con cada una), y la artesana que daba color a las porcelanas (anterior a ella, otras dos personas se encargan de hacer el dibujo y añadir el oro).

En la misma sala, había una jóven relojera que nos comentó que su formación dura 3 años y que, para montar un prestigioso reloj Hermés, tarda alrededor de 2 horas. Estamos hablando de 500 piezas y a cual más pequeña. 

Por último, estaba una de las joyeras engarzando diamantes en uno de los míticos brazaletes de oro Collier de Chien. Con la técnica del engarzado (no utiliza ningún producto adhesivo), 999 diamantes son los que decoran cada uno de estos brazaletes que se crean.

¿Que os ha parecido? a mi me encantó este encuentro y espero que vuelvan pronto para volver a verlos, es maravilloso el trabajo que realizan.

Besos,